Tos. Qué hacer

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Aquí una entada para que sepas qué puedes hacer cuando hay tos.

Avisa a los servicios públicos de salud

Hoy en día con la situación de pandemia mundial que estamos viviendo con la enfermedad por coronavirus es muy importante detectar a las personas que estén padeciendo la enfermedad para intentar hacer un seguimiento y evitar los contagios.

Puesto que la tos es uno de los síntomas cardinales de la enfermedad por coronavirus es muy importante que cualquier evidencia de tos sea comunicada a los servicios públicos de salud.

No le cojas manía

La tos es un mecanismo de defensa y hay que interpretarla como aliada. Al ser un síntoma molesto, la gente que consulta por este motivo con frecuencia quiere hacerlo desaparecer como sea, aunque a veces esto sea perjudicial. Intenta pensar en la tos como algo bueno.

Busca una causa

Si decimos que la tos es un mecanismo de defensa, lo primero es buscar de qué se está defendiendo el organismo.

Los síntomas acompañantes pueden dar pista. Normalmente, al resolverse el problema, desaparece la tos. No obstante, hay veces que, aunque se elimine el origen, las vías respiratorias se quedan “en obras”, porque tienen que reparar el daño que haya podido producirse. La tos persistirá durante ese tiempo, que, en el caso de algunas infecciones, puede durar hasta 8 semanas. No son 8 semanas del tirón, sino que la tos va disminuyendo conforme pasan los días.

También es importante ver si ha pasado algo justo cuando empezó la tos. Por ejemplo, que hayas empezado alguna medicación o que hayas empezado a consumir algún tipo de alimento. Esto orienta a un efecto secundario o algún proceso alérgico.

Si ocurre de forma estacional, es posible que se deba a alguna planta propia de esa época o a cambios de tiempo.

Si aparece siempre que realizas alguna actividad, puede ser una sobrecarga por esa actividad o porque te expongas a algo mientras la realizas.

No te preocupes si no encuentras ninguna causa. Puede ser que el proceso esté muy al principio o, como pasa muchas otras veces, una posibilidad es que tu cuerpo esté resolviendo el problema por sí mismo.

No obstante, si pasan más de 3 semanas, la tos deja de ser aguda y, aunque quizá sea algo sin importancia, si no has encontrado una causa merece la pena consultar en tu centro de salud.

Trata la tos que no toleres

Tal y como pasa con otros síntomas, no hace falta erradicar la tos por completo, sino solamente aliviarla hasta que sea bien tolerada, es decir, hasta el punto en que no supone un problema para tu salud ni interfiere con tus actividades cotidianas. Esto no impide que consultes para que estudien la tos si es necesario.

Hay veces que estar tosiendo con mucha intensidad puede causar algunas de las complicaciones que hemos descrito en la entrada anterior: dolores de cabeza, empeoramiento de hernias discales, vómitos, etc. Todos esos son síntomas que pueden dar problemas. Si aparecen, merece la pena ponerle tratamiento a la tos.

En otras ocasiones, lo que ocurre es que toser interfiere con las actividades diarias. Es el ejemplo de las personas que trabajan hablando. Si están continuamente tosiendo, no pueden cumplir con sus funciones, por lo que aquí también procede poner tratamiento.

Consulta si aparecen señales de alarma

En general, toser no es peligroso ni grave y los tratamientos para la tos no son inocuos, sino que tienen sus efectos secundarios. Por esto, hay que tener en cuenta los riesgos y los beneficios de poner un tratamiento para dejar de toser.

Sin embargo, hay algunas señales de alarma que, si aparecen, deben hacerte consultar con profesionales de la salud. Entre ellos podemos nombrar los siguientes:

  • Dolor de tórax opresivo o desproporcionadamente intenso.
  • Dolor de cabeza de alta intensidad.
  • Hemorragias oculares.
  • Dificultad respiratoria.
  • Pérdida de consciencia.

Cualquier otro signo o síntoma que te haya indicado tu médico o tu médica como de alarma o que a ti te genere dudas debe hacerte consultar.

¿Cómo manejar la tos?

Lo primero son las medidas higiénico-dietéticas

Es muy importante suprimir irritantes de la vía respiratoria. El ejemplo más evidente es el tabaco. Es fundamental dejar de fumar si fumas de forma activa o no exponerte al humo de tabaco si fumas de forma pasiva. La misma recomendación es aplicable si consumes alguna otra droga por vía inhalada. Los vapeadores, aunque menos nocivos, también pueden irritar la vía respiratoria. En ocasiones los irritantes proceden del humo de los coches.

Puede ser el polen de alguna planta. Quizá es algo que estés quemando en casa, como una vela o incienso; es típico de las hogueras de leña. Puede ser algo químico, como algún producto de limpieza. En ocasiones son medicamentos; solamente en este caso debes consultar primero con tu médico o médica para ver si merece la pena suprimir el fármaco.

Mantén un buen estado de hidratación. Las secreciones de las vías respiratorias, tanto si son normales como si son excesivas, necesitan de la suficiente cantidad de agua para no ser demasiado espesas.

Mantén un buen estado de nutrición. Estar en un peso saludable es fundamental (https://www.branchina.com/peso-saludable-como-conseguirlo-o-mantenerlo/). Si pesas demasiado, tus músculos respiratorios tendrán que hacer un esfuerzo mayor que si estuvieras en tu peso. Esto favorece las lesiones y hace que la tos se tolere peor. En cambio, si pesas demasiado poco, tu cuerpo puede que no tenga energía suficiente para toser con fuerza.

Hacer ejercicio de forma regular mantiene las vías respiratorias más limpias y hace que tu musculatura esté en buen estado. Todo esto previene la aparición de la tos y, si finalmente aparece, la hace más llevadera, porque cada golpe de tos es más efectivo y la tolerancia es mejor.

Controlar la ansiedad y el estrés es también muy importante porque generan un estado de hiperexcitación que puede producir tos o empeorarla si ya estaba.

Las medidas físicas son un gran complemento

En tu centro de salud pueden enseñarte técnicas de fisioterapia respiratoria que pueden ayudarte. Pero hay dos que te puedo contar aquí.

Cuando la tos es por aumento de las secreciones es un buen ejercicio fruncir los labios al soltar el aire como si estuvieras soplando una vela. A veces ayuda soplar por una pajita o algún elemento fino tubular. Esto crea un aumento de presión en las vías respiratorias que ayuda tanto a despegar el moco de las paredes como a arrastrarlo para que salga.

Si tu médico o médica te ha indicado en qué parte del pulmón están acumulándose las secreciones, es muy útil, sobre todo para dormir, colocarse de forma que la parte del pulmón afectada quede arriba. De esta manera, la gravedad facilita el movimiento de las secreciones para hacerlas salir.

En último lugar están los medicamentos

Los medicamentos que combaten la tos se llaman antitusígenos. Hay de varios tipos y actúan a diferentes niveles del circuito de la tos (entre ellos en los sensores de las vías respiratorias o en el cerebro). Interfieren en dicho circuito e interrumpen la generación de tos.

No obstante, mi recomendación es consultar en tu centro de salud siempre antes de consumir medicamentos. Como pasa con muchos fármacos, los que te vienen bien para la tos pueden venirte mal para alguna otra cosa. Además, pueden interaccionar con otros medicamentos que ya tomes, lo que puede hacer que hagan más efecto de la cuenta, o menos, o que aparezcan efectos secundarios.

Tu médico o tu médica puede indicarte qué medicamentos puedes tomar en caso de que aparezca tos.

Lo que no debes tomar para la tos son antibióticos o inhaladores a no ser que resuelvan el origen de esta. Los antibióticos sirven para eliminar a bacterias, por lo que no van a quitarte la tos a no ser que te hayan diagnosticado una infección bacteriana. Los inhaladores suelen usarse para abrir la vía respiratoria cuando las vías están más cerradas de la cuenta o bien para administrar tratamientos antiinflamatorios si lo que hay es una inflamación muy intensa. Solamente profesionales de la salud pueden decirte si este es tu caso y, si no es así, la tos no se irá usando estos productos.

Resumen

La tos es un mecanismo de defensa que genera una corriente de aire intensa con la que arrastrar material excesivo o nocivo de la vía aérea. En ocasiones puede ser excesiva o ineficaz. Para manejarla, mi recomendación es lo siguiente:

  1. Avisa a los servicios públicos de salud.
  2. Busca una causa. Todo lo que acompaña a la tos es una pista sobre su origen.
  3. Comprueba la tolerancia.
    • Si la tos no supone un problema para tu salud o para tus actividades diarias es mejor dejarla para que cumpla con su función. Solamente si dura más de 3 semanas debes consultar a profesionales de la salud describiendo las características de la tos.
    • Si la tos supone un problema para tu salud o para tus actividades diarias, toma medidas para reducirla solamente hasta que deja de ser un problema. Hay varios recursos:
      • Suprime los irritantes de la vía aérea. Si fumas, deja de fumar. Si te expones a alguna otra sustancia irritante, deja de exponerte a ella (excepto si son fármacos; en este caso, consulta con tu médico o médica primero).
      • Mantén un buen estado de hidratación.
      • Mantén un buen estado de nutrición. Busca tu peso saludable o mantenlo si ya lo tienes.
      • Haz ejercicio de forma regular.
      • Controla la ansiedad y el estrés.
      • Usa técnicas de fisioterapia respiratoria.
      • Pregunta en tu centro de salud qué medicamentos puedes tomar para la tos.
  4. Si aparecen señales de alarma o alguna otra cosa que te genere dudas consulta con profesionales de la salud.

Espero que esta entrada haya sido útil para saber qué hacer con la tos cuando aparece.

Recuerda que esta información no sustituye al consejo de profesionales de la salud.

Si te quedan dudas o hay algo que no haya explicado bien, dímelo en los comentarios.